Domingo 21 de noviembre de 2021; el alba despierta, nace un nuevo día, el sol se alza lento sobre los cerros villacuranos. He querido escribirle estas líneas a los estimados candidatos (en orden alfabético) Acosta Guillermo, Báez Nerio, Medina Consuelo, Quintana J. J., Ramírez Alexander, Rangel Gustavo y demás aspirantes cuyos nombres no vienen a mi memoria:
Había sembrado la esperanza (que es lo último que se pierde) que hoy iríamos con una sola opción a la conquista de la Alcaldía y el Concejo de Zamora. ¿Qué nos distanció en determinados momentos? ¿Cómo nos afecta y qué huellas deja la actitud de ustedes en nosotros los ciudadanos? ¿Cómo estamos ahora y cómo quisiéramos que fuera el porvenir de nuestra histórica ciudad, que el próximo año celebrará 300 años de fundada? ¿Han reflexionado sobre estas preguntas e inquietudes?
Gracias a través de los excelentes programas de las distintas emisoras de radio (por lo cual felicito a sus directores por tan importante iniciativa) los he escuchado y conocido a casi todos. Muy interesantes sus proyectos; ahí si es verdad que se pusieron de acuerdo. Parece un solo guión. Una copia al carbón, la propia unidad. Todos prometen lo mismo y nos dicen que no nos van a defraudar… Pero, si todos están de acuerdo en sus planteamientos… ¿Por qué no se unen? ¿Por qué no llegan a un acuerdo? ¿Por qué desperdician esta oportunidad de oro?
Todos quieren y aman (y así lo creo) a su municipio y prometen trabajar incansablemente por: la tan ansiada ampliación del Hospital Dr. José Rangel y dotarlo de equipos, medicamentos y ambulancias; solucionar los graves problemas del agua y la electricidad, del aseo urbano, del servicio de gas doméstico; acabar con la delincuencia con la creación de un eficiente y confiable cuerpo policial bien educado con sueldos dignos; rescatar las instituciones educativas comenzando por nuestra máxima casa de estudios como lo es el liceo Alberto Smith; la Leoncio Martínez; conseguir sean restituidas las asignaciones municipales, estadales y nacionales que les eliminaron a los Niños Cantores, orgullo de todos los villacuranos, y ni hablar de las escuelas públicas, todas en el suelo y sin servicios básicos; el rescate de la zona industrial Los Tanques, en total abandono, e incentivar la instalación de nuevas industrias con condiciones favorables, cobro justo de los impuestos municipales (hoy día más elevados que los de Chacao) y años de gracia; el rescate del otrora hermoso Valle del Tucutunemo, que fue el primer productor de semillas certificadas de maíz del país; traer de vuelta las oficinas del Saime para obtener aquí mismo sin tener que viajar a otras dependencias cédulas de identidad y pasaportes; la Cantv; inspectoría del Trabajo; tránsito terrestre para expedición de licencias de conducir; del Seniat; la instalación del mercado mayorista y minorista (ojo: con su debido estudio de ubicación) para abaratar costos de la cesta básica.
Me emocionan también sus proyectos sobre cultura, deporte y ayuda al Asilo Santo Domingo e instituciones similares; la culminación del Tecnológico de San Francisco de Asís y demás problemas que agobian a su población; rescatar el potencial turístico, artesanal y económico de Magdaleno y la Parroquia Augusto Mijares de Tocorón. De mi parte les agregaría: la recuperación del Parque Samán de Las Minas; la construcción del teatro y concha acústica en el sitio donde funcionaba Mikro (ya tenemos las bases); recuperar la casa de El Ancón; el museo Inocencio Utrera, la casa de la cultura; creación del transporte popular; la ferretería municipal, funeraria municipal, el club de la tercera edad, la Proveeduría Escolar; rescatar la piscina de la Fundación del Niño; el horrible vertedero de basura mal llamado relleno sanitario, hoy día deteriorado completamente y darle otro uso a sus instalaciones que no tenga que ver con la basura; buscar urgente solución al tema de la grave contaminación ambiental ocasionada por una conocida empresa de alimentos, la cual nos afecta a todos y amenaza nuestra salud; institucionalizar la Feria de la Talabartería cuyos productos son reconocidos internacionalmente y celebrar todos los años el Reencuentro de Villacuranos bien sea el 25 de mayo, o el 25 de agosto; concretar de una vez por todas la zona colonial de Villa de Cura, que abarque toda la calle Bolívar desde la Bolívar y Villegas hasta el final, que sea estrictamente peatonal (como el bulevar de Sabana Grande en Caracas).
Estimados candidatos: ¡Llénense de gloria! Cómo me gustaría contarles a mis nietos que en este histórico pueblo, fundado nada menos que por el abuelo de nuestro libertador Simón Bolívar, don Juan de Bolívar y Villegas, seis, siete, ocho o más candidatos dejaron a un lado sus aspiraciones políticas, se pusieron la mano en el corazón y demostrando su gran amor por el terruño, se unieron en un solo bloque para llevar a cabo estos proyectos señalados y le dieron este tremendo regalo a Villa de Cura, por los 300 años de la ratificación de su fundación.
Los invito que con los pies en el presente, recordemos las raíces del pasado y fijemos la mirada en los paisajes del futuro. Sé que es un sueño, y los sueños son gratis, pero lo confieso, esta es la historia que quiero contarle a mis nietos. ¿Cuál le contarán a los de ustedes? Tienen la palabra.
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